¿Sabías que nuestro cuerpo no produce vitamina C? Debemos ingerirla con los alimentos. Tomarla nos protege de enfermedades, mejora el aspecto de nuestra piel y previene el fotoenvejecimiento. Y es que los beneficios de la vitamina C para la piel son múltiples. ¿Preparado para conocerlos?
Beneficios de la vitamina C en la piel
- La vitamina C tiene acción antioxidante. Disminuye el daño producido por la radiación solar y, por tanto, ralentiza el envejecimiento.
- Gracias a su capacidad de promover la síntesis de colágeno y ácido hialurónico es un magnífico antiedad.
- Es uno de los ingredientes que más luminosidad aporta a la piel ya que suprime la síntesis de la melanina.
- Es despigmentante: potencia la regulación celular unificando así el tono de la piel.
- Es reafirmante: tiene la capacidad de promover la síntesis de colágeno y ácido hialurónico obteniendo una piel más elástica y, por consiguiente, más joven por más tiempo.
- Es sebo reguladora: una gran aliada contra el acné, principalmente el localizado en la zona T.
¿Cómo aplicar vitamina C en el rostro?
Lo primero que debes tener en cuenta es que se puede utilizar todo el año, incluso en verano, siempre complementando su aplicación con protector solar.
Se debe aplicar preferiblemente por el día con ligeros toquecitos sobre el rostro limpio y seco. Incidiendo especialmente sobre marcas y manchas. También se puede aplicar antes del tratamiento habitual o si se prefiere añadiendo unas gotitas a la crema hidratante facial ?
Además, gracias a su textura ligera se necesita muy poca cantidad y penetra hasta la dermis disminuyendo visiblemente la profundidad de las arrugas y las líneas de expresión.
En definitiva, la vitamina C es un activo indispensable en cualquier rutina de cuidado facial por sus múltiples beneficios para nuestra piel. ¿A qué esperas para probarla?
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