El verano es una época del año para disfrutar del sol, las playas y el aire libre. Sin embargo, es importante recordar que la exposición solar excesiva puede tener graves consecuencias para la salud de nuestra piel. A continuación, te ofrecemos una guía completa para cuidar tu piel en verano y lucir un bronceado saludable sin poner en riesgo tu salud:
¿Te puedes poner moreno de piel aplicándote protector solar?
La respuesta es sí, pero con matices. El protector solar no impide que la piel se broncee, simplemente regula la cantidad de melanina que se produce, lo que evita que la piel se queme y se dañe.
Si tu objetivo es obtener un bronceado uniforme y duradero, es fundamental utilizar un protector solar con un factor de protección solar (FPS) adecuado a tu tipo de piel. Se recomienda siempre comenzar con un FPS alto (50+) para comprobar cómo responde tu piel.
Cuidados de la piel antes de la exposición solar:
- Hidrata tu piel: Antes de salir al sol, aplica una crema hidratante adecuada a tu tipo de piel. Esto ayudará a mantener la piel protegida e hidratada durante la exposición solar.
- Exfolia tu piel: Exfoliar la piel 1-2 veces por semana ayuda a eliminar las células muertas y favorece un bronceado uniforme.
- Elige el protector solar adecuado: Selecciona un protector solar con un FPS alto (mínimo 30) y que sea resistente al agua y al sudor. Asegúrate de que el protector solar sea adecuado para tu tipo de piel.
Cuidados de la piel durante la exposición solar:
- Reaplica el protector solar con frecuencia: Es importante reaplicar el protector solar cada dos horas, o con más frecuencia si sudas o te bañas.
- Evita la exposición solar en las horas centrales del día: Las horas de mayor intensidad solar son entre las 12:00 y las 16:00 horas. Si es posible, evita la exposición directa al sol durante estas horas.
- Utiliza ropa y accesorios protectores: Cúbrete con sombrero, gafas de sol y ropa ligera de colores claros para proteger tu piel del sol.
Cuidados de la piel después de la exposición solar:
- Hidrata tu piel: Después de tomar el sol, es importante hidratar la piel en profundidad para recuperar su hidratación natural.
- Aplica aloe vera: El aloe vera es un producto natural con propiedades calmantes e hidratantes que puede ayudar a aliviar la piel después de la exposición solar.
- Evita rascarse la piel: Si tu piel está quemada por el sol, evita rascarla, ya que esto podría empeorar la situación.
Recomendaciones adicionales:
- Bebe mucha agua: Mantenerte hidratado es esencial para la salud de tu piel en general.
- Consume una dieta rica en antioxidantes: Los antioxidantes ayudan a proteger la piel del daño solar. Puedes encontrar antioxidantes en frutas, verduras y algunos suplementos alimenticios.
- Evita fumar: Fumar acelera el envejecimiento de la piel y aumenta el riesgo de cáncer de piel.
- Realízate revisiones dermatológicas periódicas: Es importante realizarse revisiones dermatológicas periódicas para detectar cualquier signo de cáncer de piel.
Recuerda:
- El bronceado no es sinónimo de salud. La exposición excesiva al sol puede tener graves consecuencias para la salud de tu piel, como el envejecimiento prematuro, las manchas solares y el cáncer de piel.
- Es importante proteger tu piel del sol durante todo el año, no solo en verano.
- Si tienes alguna duda sobre el cuidado de tu piel o sobre el uso de protectores solares, consulta con tu dermatólogo.