¿QUÉ ES EL ACNÉ?
El acné es una de las enfermedades de la piel más frecuentes en la población, calculándose que hasta el 80% de las personas ha sufrido esta alteración en algún momento de su vida.
Se caracteriza por la aparición de comedones (espinillas), pápulas (granos), pústulas (granos de pus) y a veces nódulos y quistes (granos profundos) en zonas seborreicas.
Afecta con mayor frecuencia a la cara, pero también puede ocurrir en la espalda, el pecho, los hombros y el cuello.
Aunque no es una enfermedad grave, puede ser desagradable y desfigurante.
TRATAMIENTO
Es fundamental un tratamiento precoz del acné para evitar su evolución a fases más severas y sus posibles consecuencias como aparición de cicatrices antiestáticas permanentes.
El abordaje del acné debe ser individualizado, en función del tipo de acné, su severidad y la edad del paciente.
Existen diversas modalidades terapéuticas. Para formas de acné leve, existen múltiples tratamientos tópicos.
Cuando existe una factor hormonal asociado, la severidad del acné puede ser contralada mediante el uso de anticonceptivos hormonales con actividad antiandrogénica.
Para formas más severas de acné, pueden emplearse ciclos de tratamiento sistémico mediante antibioterapia oral o retinoides orales (ISOTRETINOINA), que deben ser prescritos y controlados por dermatólogo especialista.
La eficacia de curación con los tratamientos de los que disponemos hoy en día es en torno al 95%, con una muy baja incidencia de efectos adversos.