¿CÓMO SE DESARROLLA?
Este cáncer de piel se puede desarrollar a partir de un lunar (nevus melanocítico) presente desde el nacimiento (congénito) o adquirido (desarrollado después del nacimiento). También se puede desarrollar de una zona de la piel sin un lunar como una mancha en crecimiento que después se transforma en un tumor. La incidencia del melanoma en todo el mundo ha crecido de forma alarmante.
SÍNTOMAS
El melanoma es un cáncer que habitualmente no suele doler ni tener síntomas de alarma hasta que ya se ha desarrollado y se ha extendido a los ganglios linfáticos o a otros órganos a través de la circulación sanguínea. Habitualmente el paciente no piensa que puede ser tan peligroso o no es capaz de detectar su aparición en fases tempranas. Cuando un melanoma se ha convertido en un tumor de la piel palpable o presenta un episodio de sangrado puede ser demasiado tarde. Por este motivo es fundamental su diagnóstico precoz y la extirpación correcta cuando está localizado en la piel.
El melanoma puede localizarse en cualquier parte del cuerpo aunque es más frecuente en el tronco en los varones, en las extremidades inferiores en las mujeres y en la cara en las personas de edad avanzada. El melanoma puede también desarrollarse en otras zonas como las palmas y plantas de los pies y en las uñas o en localizaciones menos frecuentes como el cuero cabelludo, la zona genital o incluso en órganos como el globo ocular.
Suele iniciarse como un lunar que cambia de color o tamaño o bien como una mancha nueva que crece con un color habitualmente oscuro (marrón o negro) aunque en ocasiones son rosados o rojos. No debemos esperar a que esta mancha presente síntomas como picor, dolor o sangrado para consultar a nuestro especialista puesto que esto puede permitir que se desarrolle un melanoma en estadios avanzados.