HERPES

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      Herpes Simple

      ¿QUÉ ES EL HERPES SIMPLE?

      El virus del herpes simple es el responsable del herpes labial (localización más frecuente), aunque puede localizarse en otras partes de la piel.
      La primera vez que se entra en contacto con el virus, la infección puede pasar inadvertida, como un leve resfriado o bien cursar con un cuadro de gingivoestomatitis dolorosa (afectación de la mucosa bucal y las encías).

      DESARROLLO Y TRATAMIENTO

      Una vez superada esta infección el virus no se elimina, si no que queda latente en los ganglios nerviosos y en situaciones de bajada de defensas el virus puede reactivarse en la piel. La zona donde más frecuentemente se reactiva es en el labio, en forma de pequeñas vesículas agrupadas que se erosionan y se forma una costra. Puede ser doloroso desde antes de la aparición de las vesículas.
      El episodio de herpes simple se cura solo, aunque se puede acelerar la curación y disminuir la sintomatología con antivíricos administrados vía oral.

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      Herpes Zóster

      ¿QUÉ ES EL HERPES ZÓSTER?

      Existen varios tipos de virus del herpes, uno de ellos es el virus varicela zóster (tipo 3). En el primer contacto el virus produce la enfermedad llamada varicela (vesículas diseminadas en todo el cuerpo).
      Como es un virus de la familia herpes, este queda latente en nuestro organismo (a nivel de los ganglios nerviosos) y ante situaciones que favorezcan su reactivación lo hacen en forma de Zóster «culebrilla».
      El Zóster cutáneo se manifiesta en forma de una erupción cutánea con vesículas muy dolorosas (en la mayoría de los casos) las cuales afectan áreas cutáneas específicas, más limitadas.

      TRATAMIENTO

      El tratamiento de elección son los antivíricos por vía oral. Sin embargo para que sea efectivo debe iniciarse idealmente en las primeras 24 horas de la aparición del dolor o las molestias, antes incluso de la aparición de las ampollas, y siempre dentro de las primeras 72 horas.
      El objetivo del tratamiento es disminuir la duración del episodio disminuir el dolor y prevenir las complicaciones. Para el control del dolor pueden ser necesarios antiinflamatorios potentes y analgésicos.